LA ESTADÍSTICA POLÍTICA. Hoy se cumplen 28 años de la
reforma electoral aprobada por PRI y PAN, que ahora afecta precisamente
a PRI y PAN
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Por Sergio Trochez Reza
El 22 de agosto de 1996 era jueves, igual que hoy. En la cámara alta del
Congreso de la Unión, el legislador queretano Fernando Ortiz Arana,
subió a la tribuna para congratularse de que ese día, se estaba
aprobando una reforma electoral histórica para México.
'En los días recientes, veintiocho congresos locales votaron a favor de
modificar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y
ayer lo hizo también la Cámara de Diputados Federal, con más de las dos
terceras partes de sus integrantes', expuso el senador, a nombre del
grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional -PRI-,
coordinado por la defeña María de los Ángeles Moreno Uriegas.
Fueron muchos los artículos de la Carta Magna que se modificaron. Sin
embargo, el que últimamente ha desatado una de las más grandes polémicas
de la historia política de nuestro país, es el cambio al inciso V del
artículo 54, que desde entonces establece textualmente en su parte
medular, lo siguiente:
'En ningún caso, un partido político podrá contar con un número de
diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total
de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación
nacional emitida'.
Los senadores del Partido de la Revolución Democrática –PRD-, fueron los
únicos que votaron en contra de la reforma. Específicamente: el
oaxaqueño Héctor Sánchez López, coordinador del grupo parlamentario del
PRD, el guerrerense Félix Salgado Macedonio, el veracruzano Heberto
Castillo Martínez, el campechano Guillermo del Río Ortegón, el
tabasqueño Auldárico Hernández Jerónimo, el michoacano Cristóbal Arias
Solís, y el nayarita Ernesto Navarro González.
CONTEXTO DE LA REFORMA ELECTORAL
El domingo 21 de agosto de 1994, dos años y un día antes de la
aprobación de la reforma electoral, se habían llevado a cabo las
elecciones que le dieron el triunfo a Ernesto Zedillo Ponce de León como
Presidente de la República.
En lo que a diputados federales se refiere, el PRI ganó 273 distritos
electorales (de 300) en el país, con el 50.22 por ciento de los votos.
Sin embargo, la autoridad electoral le otorgó al priísmo 300
legisladores en la cámara baja (de 500); esto es, un 60 por ciento de la
totalidad (10 por ciento más de lo que expresaron los electores en las
urnas).
Por su parte, el PRD, habiendo ganado únicamente seis distritos, obtuvo
71 diputados federales. Y el Partido del Trabajo –PT-, sin haber ganado
una sola demarcación territorial, tuvo acceso a 10 representantes
populares.
El Partido Acción Nacional –PAN- consideró que tanto el PRI, como el PRD
y el PT, estaban sobrerrepresentados en el Congreso, y no así el
instituto blanquiazul. Resulta que el panismo había obtenido el triunfo
en 21 distritos, con el 25.81 por ciento de los sufragios. Sin embargo,
en la Cámara de Diputados alcanzó únicamente 119 legisladores, lo que
representaba el 23.8% de la conformación del cuerpo colegiado; esto es,
dos puntos porcentuales menos de lo alcanzado en las urnas.
La discusión de la reforma electoral duró 20 meses (de diciembre de 1994
a agosto de 1996). En ese lapso, hubo una gran cantidad de reuniones
entre partidos y gobierno, dándose acercamientos, rupturas, y retiros de
las mesas de negociación.
Producto de la reforma, dentro de las modificaciones a la constitución,
se retiró la representación del Poder Ejecutivo Federal en el Consejo
Federal del IFE; y se elevó al 2% el porcentaje para que los institutos
políticos tuvieran acceso al Congreso de la Unión. Asimismo, se crearon
los senadores 'de lista', entre muchas otras novedades.
A finales de julio de 1996, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional
del PAN, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, visitó al secretario de
Gobernación, Emilio Chuayfett Chemor, con la finalidad de ponerse
acuerdo en los detalles finales de la reforma.
Durante el encuentro, llegaron al tema de la sobrerrepresentación que,
desde el punto de vista del panismo, tenían PRI, PRD y PT, y la
subrepresentación que tenía el PAN en el Congreso. Fue entonces que el
encargado de conducir el desarrollo político del país, sugirió algo en
lo que estuvo de acuerdo el dirigente blanquiazul: poner un límite de un
8 por ciento. De esa manera disminuiría la sobrerrepresentación que
tenía el partido en el poder en la Cámara de Diputados, y el panismo
sería beneficiado.
Esa decisión privilegiaba a PRI y PAN, porque como ambos partidos solían
ganar distritos de mayoría, con la reforma a la Constitución, se les
sumarían además los diputados de representación proporcional, aunque con
un tope del ocho por ciento de sobrerrepresentación.
Esta modificación perjudicaría al PRD y al PT, los acérrimos rivales del
gobierno, toda vez que ellos ganaban muy pocos distritos electorales, y
a partir de la reforma, ya no tendrían acceso a obtener tantas curules
como las que ostentaban en ese momento.
Dicho de una manera más clara: Con la reforma, a los que ganaran, se les
agregarían legisladores plurinominales suficientes para tener una
sobrerrepresentación con un tope del 8 por ciento. Pero a los que
perdieran, no.
Al término de esa reunión, Chuayffet dio instrucciones a los
legisladores del PRI, y Calderón hizo lo propio con los del PAN, para
que, con la mayoría calificada que entre ambos tenían en el Congreso de
la Unión, modificaran la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. Y así lo hicieron los senadores y diputados tricolores y
blanquiazules.
Pero resulta que ahora, casi tres décadas después, los que ganan las
elecciones son Morena, PT y Verde.
Los que pierden las elecciones son PRI y PAN; institutos políticos
creadores de esa reforma electoral que está vigente desde hace
exactamente 28 años.
El Instituto Nacional Electoral decidirá mañana viernes, que Morena, PT
y Partido Verde, contarán, juntos, con un 73 por ciento de los diputados
federales en el Congreso de la Unión, motivo por el cual podrán realizar
modificaciones a la Constitución Mexicana.
Sergio Trochez Reza es comunicólogo y analista
político.
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